Haz aquello que determine el valor y no su opuesto o contravalor (irresponsabilidad, deshonestidad, falta de respeto). Entonces será claro el camino: a veces la respuesta no parece ser agradable, no suena divertida, puede no ser popular. Aun así es lo que es necesario hacer si se pretende alcanzar el éxito en cualquier área de la vida.

Los seres humanos no nacemos con determinados valores, sino que los vamos adquiriendo a través de diversos factores:

Tu labor y al momento de crear el plan de vida consiste en reflexionar y decidir con cuáles de estos valores deseas quedarte. Valores que has adquirido a lo largo de tu vida o los que te hacen falta adquirir con el objetivo de ser un mejor ser humano.

Por otro lado, es necesario considerar cuáles harás a un lado de tu práctica cotidiana, porque no te ayudan a construir y, al contrario, son destructivos para ti y tus planes.

Para Mora (1995), los valores y las actitudes:

Mora (1995),  introduce nuevos elementos en relación las actitudes humanas, tanto positivas como negativas, de la siguiente forma:

La escala de valores es esa lista que, numerados en orden de importancia, dan prioridad a tus acciones en uno u otro sentido. Aunque ya los conoces es necesario repetir los valores humanos universales:

Tampoco tengo que decirte que se aplican siempre, en todo momento y situación, y que no podemos justificar su ausencia por ninguna circunstancia. Lo que sí te reitero es la importancia de que los uses, de que los integres en tu diario actuar. De nada sirve saber lo que es el respeto si tú no lo muestras ante nada. De nada valdría conocer sobre teoría ética si no puedes reconocer sinceramente y con pesar cuando te has equivocado gravemente. De poco serviría recitar un tratado moral cuando muestras conducta dolosa e hipócrita con los demás.

Al respecto, Casares y Siliceo (1992) explican un enfoque de la psicología humanista llamado clarificación de valores.

Cuando existe una incongruencia (es decir, no corresponden) entre el comportamiento de la persona y los valores que dice tener o que los demás creen que ha recibido, entonces se presenta un conflicto, una crisis o una tensión.

Lo que Casares y Siliceo llaman la confrontación entre el “valor teórico” y el “valor real”:

Recuerda que vivir los valores tiene un beneficio: “ellos (los valores) tienen la facultad, en sí mismos, de propiciar alegría, satisfacción y felicidad a quienes los poseen -aun cuando, algunas veces duelan-; y que por tanto, ellos son fundamentales en la búsqueda de la plena realización humana” Mora (1995).

Entonces ¡a vivir los valores se ha dicho!

Como señala Guillermo Mora en su libro “Valores humanos y actitudes positivas” (1995):

Todos estos valores y actitudes positivas, aunque parecen muchos, no se contraponen y son posibles en la persona de cualquiera de nosotros. Busca que todas estas cualidades te identifiquen como persona de gran valor.

Te invito a diseñar tu propio código de honor.

A continuación te presento un pequeño fragmento de un código de honor para que comprendas mejor:

Fragmento de un código de honor

Fragmento de un código de honor, (2105). Elaboración propia