La autoconciencia es saber reconocer y comprender nuestras propias emociones y reflexionar sobre ellas, identificando por qué las tenemos, qué sentimientos nos generan y reflexionar sobre la situación en la que nos encontramos.
Contar con una autoconciencia desarrollada es uno de los requisitos más elementales para el liderazgo, pues sin este reconocimiento y comprensión de nuestras emociones y pensamientos, es imposible afrontar situaciones complejas que requieren de una toma de decisiones a la altura de las exigencias.
El liderazgo se ha nutrido a partir de los estudios y hallazgos de otras disciplinas, generalmente de las ciencias sociales, lo que ha permitido una serie de aproximaciones al tema. De estas teorías, se desprende una rica y variada tipología de estilos o tipos de liderazgo.
Te recomendamos revisar el siguiente video:
Aprendemos Juntos 2030. (2021, 9 de junio). Conocerse a uno mismo, la clave de un buen carácter. Rosa Rabbani, doctora en Psicología Social [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=B1y_Nx6Avy8
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La autoconciencia ha sido una de las mayores preocupaciones existenciales del ser humano desde tiempos prehistóricos. Responder a la interrogante: ¿quién soy? fue uno de los principales temas de investigación en las escuelas de varios filósofos y pensadores de la antigüedad.
De hecho, no es casualidad que las palabras inscritas en el Oráculo de Delfos: γνωθι σεαυτόν, es decir, “conócete a ti mismo”, sea probablemente el aforismo más famoso del mundo heleno.
Ciertamente, conocerse a uno mismo es una tarea titánica por su extrema complejidad, aunado al hecho que este es un conocimiento personal. En este subtema, únicamente se abordan algunos puntos a considerar para el autoconocimiento aplicado al liderazgo.
La autoconciencia para el liderazgo gira principalmente sobre un conocimiento profundo de las flaquezas y fortalezas de carácter del individuo.
Las fortalezas de carácter pueden definirse como un conjunto de rasgos positivos que se reflejan en la manera de pensar, sentir y actuar (Park, Peterson y Seligman, 2004) que demuestra una persona de manera natural, que disfruta utilizar y le permite alcanzar su óptimo funcionamiento y perseguir resultados valiosos (Quinlan, Swain, y Vella-Brodrick, 2012).
En las organizaciones, cada vez es más necesario que los líderes se enfoquen en identificar y desarrollar las fortalezas de los trabajadores, pues esto ayuda a que desarrollen su bienestar y que esto, a su vez, genere beneficios de productividad para la organización.
De acuerdo con Lewis (2011), los fundamentos para ejercer un liderazgo con enfoque en fortalezas son los siguientes:
A continuación, se presentan algunas formas para incorporar las fortalezas de carácter en los equipos de trabajo:
De este modo, los líderes más efectivos son aquellos que invierten en las fortalezas propias y de sus colaboradores, se rodean de personas que complementan las fortalezas y comprenden sus necesidades de confianza, compasión, estabilidad y esperanza, mismas que busca subsanar a partir del uso de las fortalezas de forma individual y colectiva (Rath y Conchie, 2008).
Una parte fundamental en la conciencia de las emociones es saber identificar o ponerle nombre a lo que se está sintiendo. En este cuadro aparecen solo algunas de las emociones que podemos reconocer:
Y también saber ponderar la intensidad de cada una de ellas.
Te recomendamos revisar el siguiente video:
Aprendemos Juntos 2030. (2019, 1 de abril). Da Vinci: no hace falta ser un genio para ser genial. Christian Gálvez, presentador y divulgador [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=F8JU6CAOgYA
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Las trampas del pensamiento corresponden a sesgos que tienen las personas a la hora de interpretar una acción o un evento. Estos errores hacen percibir los problemas desde una perspectiva más complicada y con menos posibilidades de solución. Algunos errores son los siguientes:
Reivich y Shatté (2002) sugieren combatir estos pensamientos en tiempo real, es decir, mientras suceden. Una estrategia recomendada por el programa de resiliencia de la Universidad de Pensilvania es usar pequeñas frases de inicio que ayuden a formar un pensamiento positivo y eliminen el pensamiento contraproducente.
Se sugieren las siguientes tres maneras:
Más allá de conocernos a nosotros mismos, la autoconciencia es una competencia que nos permite reconocer clara y ampliamente nuestras emociones y pensamientos, y saber cómo actuar con base en nuestras fortalezas de carácter. Por ello, debe ocupar un lugar central en la formación de todo líder, pues sin un conocimiento propio profundo y reflexivo, la toma de decisiones puede ser notoriamente difícil.
Se estudiaron las principales características de la autoconciencia y cómo parten de la identificación y el reconocimiento de las distintas fortalezas de carácter. Además, se abordaron aspectos teórico-prácticos sobre cómo empoderarse a través de la resiliencia.
¿Las personas llegarán a conocerse al 100% a sí mismas?
¿Crees que si logramos identificar claramente nuestras emociones sea más fácil manejarlas?
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Lecturas
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