Soluciones:

• Estructura tus ideas previamente, solicita la agenda para conocer los temas a tratar.
• Preséntate de forma relajada y abierta. Saluda a tus compañeros con una sonrisa y un apretón de manos firme.
• Habla durante los primeros tres minutos, recuerda que de esta manera se te facilitará más continuar tus intervenciones.
• Toma notas durante la reunión, pueden apoyarte a realizar comentarios efectivos.
• Asegúrate de que lo que vas a decir, sea positivo y que aporte algo nuevo o importante.
• Utiliza tu lenguaje corporal a tu favor. Asiente con la cabeza cuando estés de acuerdo con algo.

Soluciones:

• Recuerda que tu jefe es tan solo un mortal, como tú o como yo.
• Tú eres quien decide cómo reaccionar. Refuta tus pensamientos negativos.
• Sigue tus propias reglas de autoconfianza. Por ejemplo, identifica cómo te sientes y las razones de ello, cómo necesitas actuar frente a él, y practica en un espejo.
• Evita ataques, no te muestres a la defensiva. Sé asertivo.
• Establece contacto visual.
• Pregunta si no comprendes algo.
• Vístete de forma adecuada conforme a la ocasión. Ropa holgada, informal, de colores fosforescentes o muy excéntricos no es la mejor decisión.
• Evita tapar los fallos. Acéptalos y enfócate en las propuestas de solución que brindarás para ellos.

Soluciones:

• Deja de decir si, es más fácil que empezar a decir no.
• Acostúmbrate a la palabra no. Practica en tu casa, con tus amigos o familiares.
• Recuerda que no estás rechazando a la persona, sino su petición.
• Usa un lenguaje corporal asertivo. Recuerda la triada especial: pensamiento-palabras-lenguaje corporal.
• Sé consciente de lo que es negociable y de lo que no.
• Mantente fiel a tus principios y decisiones.

Soluciones:

• Valórate a ti mismo. Identifica tus rasgos centrales, aquellos que te hacen único y diferente de los demás. Recuerda el árbol de logros que hiciste en el curso y piensa que no hay dos personas como tú. La idea no es compararte con otras personas sino compararte con tu ideal del self.
• Cuando empieces a compararte, en lugar de pensar en lo positivo de otras personas, enlista sus fallos, errores o cosas negativas. Empezarás a darte cuenta que no eres el único con áreas de oportunidad. Todos tenemos defectos.

Soluciones:

• Respira hondo antes de hacer la llamada para relajarte y adopta una postura cómoda, se trata de te sientas relajado, no incómodo físicamente.
• Planifica tu conversación antes de hacer la llamada. Escribe los puntos importantes a tratar, y asegúrate de que los has cubiertos todos.
• Sé conciso, utiliza la técnica de titular durante la conversación.
• Incrementa el uso del teléfono, haz más llamadas de lo normal. Enfréntate a tus miedos y practica.

Soluciones:

• Pide hablar en privado con la persona que se adjudicó tu mérito para aclarar las cosas.
• Sé asertivo.
• Evita mostrarte a la defensiva, malhumorado, tampoco ataques. El que se enoja primero, pierde.
• Evita ir primero directamente con tu jefe, quedarás como un chismoso.
• Asegúrate de que todos los documentos que realices, estén protegidos en la medida de lo posible con tus datos de identificación. Puedes hacer uso de avisos previos a tu jefe para comentarle las propuestas en las que estás trabajando antes de que cualquier otra persona presente los avances como suyos.

Soluciones:

• Puedes delegar hacia arriba (con tu jefe), hacia abajo (con tus subordinados), hacia los lados (con tus colegas) y hacia afuera (con proveedores o clientes). Identifica cuál es la más adecuada a tu caso.
• Identifica qué delegarás antes y quién es la persona más indicado para hacerlo.
• Deja de usar expresiones como “no hay problema”. Sé asertivo y compórtate como tal.
• Mantente disponible para aclarar dudas, dar consejos o recomendaciones a la persona que delegaste actividades.

Soluciones:

• Asegúrate de que te ajustas a hechos, no a suposiciones.
• Piensa primero qué vas a decir, estructura tus ideas y define bien tus argumentos. No se trata sólo de llegar y decir que no te gusta algo, sino de indicar qué no te agrada y dar las razones de ello.
• Sé asertivo, explica lo que ocurre y lo que te gustaría que ocurriera.
• Conoce tus derechos. Habla con claridad y sé conciso.
• Evita caer en amenazas o estar a la defensiva. En su lugar, llega con una propuesta de solución.

Soluciones:

• Revisa el tiempo que necesitas para investigar el tema y negócialo. Es importante que dispongas de tiempo suficiente para dominarlo. En caso de que no tengas ese tiempo entonces considera evitar la propuesta.
• Cuando expongas el tema, tienes que saber tres veces más de lo que vas a decir. Esto significa que debes guardar un poco de información para ti mismo, por si acaso la solicitan al final de la exposición.
• Sé creativo y proactivo. Puedes invitar a un segundo orador para que te apoye en aquellos datos que no conoces o que se te dificultan demasiado. Pero recuerda, tú eres el que guiará la exposición, el segundo orador sólo te apoyará en definir algunos detalles.

Soluciones:

• Usa tus propias palabras y tu propio estilo.
• Recuerda que siguen siendo personas, como tú y como yo.
• Recorre el escenario antes del discurso. Conócelo, te sentirás más en confianza si acudes antes de la conferencia.
• Encárgate personalmente de tus apoyos visuales y usa un micrófono de solapa.
• Elige un tema que sea de tu agrado y exponlo con energía. Demuestra tu pasión.
• Establece contacto visual.
• Empieza con un saludo y una introducción impactante. Puedes hacer uso del sentido del humor pero sin exagerar.
• Si hay una sesión de preguntas y respuestas al final, piensa qué harás si tu público no tiene nada que cuestionar. Esta es una buena ocasión para usar el sentido del humor, para hacer referencia a alguna frase o dicho relacionado, o para dar las gracias a tu público.

Soluciones:

• Ejercítate para gestionar tus niveles de estrés.
• Repite tu frase-llave.
• Elimina todas las distracciones que te impidan estudiar.
• Acondiciona tu ambiente, pon música clásica y ordena el lugar.
• Deja de decirle a todos que estás muy nervioso, entre más lo digas, más lo interiorizarás.
• Piensa en una recompensa que puedas brindarte de acuerdo con los avances que vayas teniendo.

Soluciones:

• Aplica técnicas de relajación.
• Date un baño tibio antes de dormir  en la noche anterior. El aceite de limón o menta puede ayudar a relajarte. Duerme 8 horas consecutivas.
• Elige los temas principales en los que debes enfocarte para tu examen, concéntrate en ellos.
• Utiliza tu frase-llave y refuta tus pensamientos negativos.
• Si te quedas en blanco durante el examen y no recuerdas nada, relájate, respira profundamente, cierra los ojos y no pienses en nada durante un par de minutos. Las ideas empezarán a fluir.

Soluciones:

• Prepara lo que vas a decir. Escribe notas o frases cortas, no un discurso. Asegúrate de que tus notas tengan una letra lo suficientemente grande como para que las puedas leer y apoyarte en ellas.
• Reflexiona sobre el mensaje que quieres darle a tu hijo. Asegúrate de sean mensajes básicos, de que estés incluyendo únicamente lo que quieres decirle, de forma concisa, sin historias largas.
• Usa el sentido del humor pero no exageres.
• Evita pienses demasiado lo que vas a decir, solo prepárate y dilo.
• Evita beber antes de dar tu mensaje. El alcohol no es un buen compañero en este tipo de situaciones.
• Mueve un poco la silla hacia atrás para que tengas espacio suficiente para moverte al levantes para dar tu mensaje,  si lo necesitas puedes hacerlo.

• Elimina cualquier accesorio de tu ropa que pueda ditraerte. Apaga el celular.
• Ten a la mano una botella de agua para refrescar tu garganta si lo necesitas.
• No inicies tu intervención diciendo que estás nervioso.

Soluciones:

• Recuerda que la otra persona es también un mortal. No tiene nada de magnífico o de diferente a ti o a mí.
• Planifica la conversación. Identifica los temas con los que puedes iniciar una conversación y acércate a tenerla. Recuerda que el sólo mirar no representa un avance, incluso podemos asustar a la otra persona.
• Es más sencillo mantener el contacto visual cuando tienes una conversación que te interesa. Enfócate en el tema de conversación, no en sus ojos, su atractivo físico o su cabello. Ya habrá tiempo para que repases lo hermosa o guapo que es pero en este momento debes enfocarte en lo que están conversando.
• Evita usar demasiado perfume para gustarle. Los olores fuertes y penetrantes, aunque sean agradables, pueden hacer que los demás nos eviten.
• Practica en el espejo o grábate. ¡No pierdes nada!

Soluciones:

• Utiliza técnicas de relajación.
• Usa prendas de algodón en lugar de nailon. Evita las camisas ajustadas en tonos oscuros y muy entallados al cuerpo.
• Evita las duchas frías. El cuerpo se calienta demasiado rápido para compensar la temperatura.
• Cuando te pongas nervioso, tranquilízate. Entre más te alteres, más sudarás.
• Ten a la mano un pañuelo grande o toallitas húmedas para refrescarte antes de una presentación o reunión.

Soluciones:

• Lo que no fue en tu año, no te hace daño. El pasado ya fue y no puedes cambiarlo, lo que sí puedes cambiar es la forma de ver tu presente y lo que irás construyendo a futuro.
• Evita compararte con los ex de tu pareja. Todos tienen cualidades diferentes. Sólo recuerda, sus relaciones anteriores terminaron por una razón y esa misma razón es la que los aleja en la actualidad.
• Recuerda que si está contigo es porque le interesas tú. Si quisiera estar con alguno de sus ex, entonces ya se hubiera ido hace mucho tiempo.
• Recuerda que aunque tu pareja y sus ex hayan tenido relaciones pasionales o de mucho tiempo, está en el pasado. En el presente son dos perfectos desconocidos.